Grandes proveedores.
Tal como os recomendé en la primera entrada del blog, los primeros pasos para la organización de vuestra boda, sería decidir el ‘cuándo’, es decir, la fecha, y el ‘por cuánto’, es decir, el presupuesto.
Pues bien, con éstas dos decisiones ya tomadas, ¡vamos a por el siguiente paso!
Grandes proveedores, el siguiente paso.
Una vez tenéis definida y decidida la fecha de la boda, lo siguiente que debéis hacer es comenzar a analizar lo que serán los grandes proveedores de la boda y que, por ende, más apretada tendrán sus agendas. Como comenté antes, hacerlo con tanto tiempo os otorgará ventaja respecto a otras parejas que quieran contratar los mismos proveedores que vosotros, especialmente si buscáis a alguno en concreto y específico. También podría daros como ventaja tener mejores ofertas, o más abanico a la hora de elegir determinados servicios de cada uno de ellos.
Pero ¿qué son grandes proveedores?, en mi opinión, y resumiendo mucho, son básicamente tres: La iglesia (en el caso de que sea ceremonia religiosa), el lugar donde celebraréis el banquete, y el fotógrafo.
Hay multitud de proveedores que participarán, en mayor o menor medida, en el día de vuestra boda. En nuestro caso, en mi boda participaron alrededor de 30 proveedores diferentes, y eso que no fue muy grande, unos 80 invitados aproximadamente, pero nuestro afán por buscar detalles concretos, y que todo fuese tal como lo imaginábamos, nos llevó a buscar a muchísimos proveedores que ayudasen a que así fuese. Y lo logramos.
La Iglesia.
Si la boda es religiosa, la Iglesia debería ser lo primero a elegir. Dependiendo de la que sea, puede tener una lista de espera de varios años. En Marbella, o en Málaga, hay alguna iglesia que tiene hasta tres o cuatro años con la agenda de bodas totalmente llena y, si además de ello, buscáis una fecha concreta, es posible que tengáis que cambiar la fecha para casaros ahí, o mantener la fecha, pero cambiar de Iglesia. Y con este tipo de situaciones, mal empezamos. No casaros cuando queríais, o en la Iglesia que queríais, podría frustraros de origen, y escoger un ‘segundo plato’ no deseado, puede hacer que a la larga queráis cambiar cosas, que ya difícilmente sean reconducibles.
Nosotros aquí lo tuvimos también muy fácil, ya que tuvimos claro desde el primer momento la Iglesia en la que nos querríamos casar, por muchos motivos: significado, mensaje, entorno, localización, historia… y, aunque había algunos detalles que no nos terminaban de convencer, no lo dudamos ni un solo instante. Y no, no fue en la Iglesia de referencia de “la novia” ¡no siempre tiene que ser así!
Como teníamos tanto tiempo, no tuvimos ningún problema de fechas. Es más, recuerdo como anécdota que, cuando fuimos, la secretaria de la Iglesia aún no tenía ni comprada la agenda de fechas del año de nuestra boda, y tuvimos que ir al cabo de unos días para que la tuviera ya, y poder anotarnos. Obviamente fuimos los primeros de ése año, con lo que pudimos elegir fecha y hora con total y absoluta libertad.
El Banquete.
Respecto al banquete, ocurre algo muy similar, por eso también es un proveedor que tenéis que cerrar con carácter urgente, una vez tengáis la fecha y el presupuesto decididos. En este caso, el abanico es amplísimo, ya que tendréis que decidir, primero, si querréis celebrarlo en un restaurante, un chiringuito, una hacienda, una finca, un hotel, o contratando los servicios de un catering, entre otras muchas opciones, cada uno con sus ventajas y sus inconvenientes, que deberéis analizar una a una. Por poneros un ejemplo, un Hotel suele dar un servicio más completo, al poder ofreceros alojamiento, tanto a los novios como a los familiares, sin salir del recinto.
Una vez decidido el tipo de establecimiento donde lo queréis celebrar, lo que tendréis que hacer es indagar en internet en búsqueda de un buen puñado de favoritos. Os recomiendo que una vez elegidos unos cuantos, más o menos unos diez, llaméis por teléfono, resolváis dudas, busquéis opiniones, fotos, reseñas…. Para haceros una buena imagen de cada lugar.
Tras ése análisis, deberían quedaros un grupo de unos 6 ú 8 y, ahora sí, es el momento de visitar personalmente cada uno de ellos. Llevad un listado de dudas que queréis resolver para no dejaros nada por el camino, haced fotos, visualizaros allí el día de vuestra Boda, y preguntad, preguntad mucho. Al llegar a casa, anotad todo lo que os hayan dicho, y habladlo entre vosotros, pros y contras, etc.
Es importante que no haya demasiada distancia entre el lugar de la ceremonia y el lugar del banquete, es más, si está todo en el mismo lugar es ideal, pero no siempre puede ser así. Que estén cerca os dará muchas ventajas, como la comodidad para vuestros invitados, ahorro de gastos de transporte, o tener más tiempo disponible para hacer fotos, o lo que queráis, en el tiempo que transcurre entre la ceremonia y el cocktail.
Y éste último es un consejo que no seguimos nosotros en nuestra boda, ya que entre la Iglesia, y el Hotel en el que nos casamos, hay una distancia de unos 15km más o menos, pero la verdad es que es un trayecto que se hace muy rápido, y no tuvimos grandes contratiempos o desventajas por hacerlo de ésta manera. Como casi todo en la organización de la boda, dependerá de cada caso en concreto, ya que hay miles de detalles a tener en cuenta.
Y ya en tercer lugar, como último gran proveedor a elegir, está el fotógrafo. Ésta elección tuvo en mi boda una importancia capital, y eso que aún no tenía ni en mente poder dedicarme a la fotografía de manera profesional, pero nuestro afán por pulir cada detalle hizo que buscásemos siempre la perfección, con lo que el proceso de búsqueda a veces era más largo de la cuenta.
Y dada la importancia de éste punto, dejaré el consejo para la elección del fotógrafo para la siguiente entrada del blog, y con eso cerraremos la fase de “elección de grandes proveedores”.