Consejos organización de Bodas: los detalles
¡Pues genial! Ya sabemos cuándo va a ser nuestra boda. Y ya sabemos dónde va a ser. Sabemos, aproximadamente, cuánto nos va a costar, o cuál es nuestro presupuesto y nuestros márgenes. Y ya tenemos la estructura con nuestros grandes proveedores contratados: Iglesia, banquete y fotógrafo.
¿Y ahora qué?
Bueno, ahora es momento de respirar un poco antes de continuar. Ya tenemos lo más estructural, por decirlo de alguna manera. Ahora falta, el relleno.
A partir de aquí serán decenas, quizá centenas, los detalles con los que rellenar la estructura que hemos creado para que nuestro día de boda, sea inolvidable. ¿Por cuál de todos empezar? En realidad, por ninguno en concreto. Hay varias cosas que debemos tener en cuenta a la hora de elegir qué queremos ir organizando:
1 – Los plazos de entrega. Deberíamos empezar por encargar aquellos detalles que van a tardar más en llegar. Apurar los plazos podría provocar que no estén a tiempo. Y hacerlo con tiempo podría darnos la ventaja de estar a tiempo de repetir el pedido si algo salió mal.
2 – Tiempo de creación. Es posible que algunos detalles los vayamos a hacer nosotros mismos. En ese caso deberíamos empezar cuánto antes.
3 – Utilidad y uso. Habrá detalles que podrían estropearse con el paso del tiempo. Éstos, lógicamente, los dejaremos para el final. Y habrá otros que vayamos a usar meses antes de la boda, y también forman parte de la organización, por ejemplo, las invitaciones. Esto habría que ponerlo lo primero en nuestra lista.
Pero… ¿a qué me refiero cuando hablo de los detalles de boda? Realmente, los detalles son algo personal, ya que habrá parejas que quieran orientar sus detalles de boda en una dirección, y otras parejas en otra dirección diferente.
Si yo hablo de mi caso personal, por detalles entiendo las invitaciones de boda (y todo lo que se mueve a su alrededor), los detalles de regalo a familiares, los centros de mesa, el sitting plan, la decoración, etc. Todo ello generará otro grupo de proveedores diversos, que tendréis que coordinar para que se cumplan los plazos, y todos sigan la misma estética y orden el día de vuestra boda.
No es tarea fácil, pero se consigue.
Es importantísimo que aprendáis a tener paciencia, y que no convirtáis la organización de vuestra boda en el centro de vuestras vidas. Es un viaje largo, entre uno y dos años pasaréis hasta que llegue el momento. No es una carrera de velocidad. Es una carrera de fondo. Así que tranquilos, sabed parar a respirar, tomaos tiempo, paciencia, descansos y pausas, y seguid a vuestro ritmo.
En el siguiente artículo del blog hablaremos de todo que aún queda: desde el vestido de novia y el traje del novio a las alianzas, desde la luna de miel al autobús de invitados. Y desde la peluquería y el estilismo a los centros de mesa.
Veremos uno por uno, sin olvidar que (casi) ninguno es indispensable, y que podéis añadir o quitar a vuestro gusto.
Nunca lo olvidéis, y tenerlo siempre presente. Es vuestra boda, la vuestra. Debe estar configurada y pensada a vuestro gusto. Os llegarán presiones de varios lugares para que cambiéis cosas, y es cierto que parte de vuestras decisiones deben estar orientadas a la comodidad y estilo de las familias, pero sólo una parte. Chicos, es vuestro día, será recordado siempre, hacedlo y organizadlo como os gusta, y nunca jamás sucumbáis a presiones externas. Oíd consejos y opiniones, y haced lo que los dos creáis mejor.