Ane y Federico son una pareja maravillosa, todo sonrisa y alegría, que próximamente se casan en Italia, pero antes de marchar, querían dejarse hecha la preboda aquí.
Ella es de Cuba, y él de Sicilia, ambas son islas, por lo que la relación que ellos tienen con el mar, es muy especial, y por ello quisimos que el mediterráneo fuese también protagonista de su sesión. Y así fue.
En una cálida tarde del mes de enero, en Marbella, dieron rienda suelta a los niños que llevaban dentro. Nos reímos un montón, y como resultado, una sesión cargada de emoción, diversión, alma y corazón, llenas de naturalidad y espontaneidad, que la convierten en una sesión preboda inolvidable.
