Os contaré una historia. Ésta fue una de las sesiones más curiosas que he hecho. Y os cuento porqué.
Resulta que Maria del Carmen y Patrick me contactaron por mail porque venían de «vacaciones» a Málaga, y querían aprovechar para hacerse una sesión de fotos románticas. Hasta ahí, normal, y habitual. Resulta que el día que quedé con ellos, 07 de septiembre, en Málaga, y nada más verles, me comentan que están ya comprometidos, y que se casan el año que viene, aquí, en Málaga. Él es alemán, y ella es de Málaga, pero vive en Alemania. Y con todo esto, claro, mi respuesta fue obvia… ¿y tenéis ya el fotógrafo de boda? … a lo que se miran, sonríen, y me dicen, «pues a ver, habíamos pensado que si el resultado de tus fotos de hoy, nos gustan, quizá contaríamos contigo». Y yo ¡Wow! siempre lo doy todo, pero hoy ¡con más razón!
Acto seguido nos pusimos ya manos a la obra con la sesión, a la que ahora sí, había que darle el matiz «preboda» que ellos esperaban. Comenzamos la sesión en Calle Molina Lario, y fuimos avanzando hacia la Catedral, la manquita, y luego giramos en dirección Calle Císter para llegar a la plaza de la aduana. Pues no llegamos ni a la plaza, cuando, al llevar un ratito haciendo fotos, y viendo las fotos directas de cámara, ¡ya me hicieron reservarles el día de la boda! Según me contaron, quedaron muy contentos con el método, el trato, la forma de trabajar y, como no podía ser de otra manera, con el resultado de las fotos ¡y eso que aún eran directas de cámara!
Hoy ya tienen en su poder la galería online con tooooodas las fotos de aquella sesión y, por lo que me han dicho, si antes estaban encantados, ahora lo están aún más, y fruto de ello es la re-confirmación para ser fotógrafo de su boda, y la reseña tan requetepreciosa que me han dejado en Google.
Y yo feliz, como no podía ser de otra manera.
