La boda de Rocío y Javier fue íntima, familiar pero tremendamente emocional. Se casaron en el Gran Hotel Elba de Estepona y, aunque prefieren mantener su anonimato en las imágenes, os puedo asegurar que estaban guapísimos los dos, y que su elegancia, su saber estar, su energía, eran maravillosos aquél día.
Desde los preparativos de ambos, que disfrutaron muchísimo dada su tranquilidad y su calma, a la ceremonia, cargada de emociones en los discursos, todo salió maravillosamente bien.