Bodorrio por todo lo alto la de Sheyla y Pedro. Literalmente dicho por la novia, le dieron agujetas en los brazos de tanto alzarlos, y en la cara de tanto reír.
Una boda llena de momentos emotivos, y con algunos de las palabras y dedicatorias más bonitas que yo haya visto en una boda. Una aventura sin planificar llena de sorpresas y giros de guión inesperados que llevaban a la celebración, los brindis y los bailes.